Pero si cada teoría de la justicia tiene su propia versión de la situación contractual, tenemos que decidir de antemano qué teoría de la justicia aceptamos, a fin de conocer qué descripción de la posición original es la adecuada. Esta idea se formula como una exigencia, que Kant denomina «el imperativo categórico», o en términos más generales la Ley moral. 2). Quizás, para nosotros, en las circunstancias de la vida de cada día el concepto de virtud probablemente es algo que se justifica a sí mismo, en el sentido de que si en una situación particular se conviene en que esto o aquello es lo correcto y virtuoso, eso ya constituye al menos una razón prima facie para elegirlo; y si las personas que están en posición de optar por ello dejan de hacerlo, nuestra reacción natural es decir o bien que no tienen muchos principios, o que no han meditado suficientemente la cuestión. 56 4. Éste era el estado del pensamiento moral a finales del Renacimiento. No es posible, ni necesaria, una sistematización ulterior de estos principios. Lo que quizás es más importante es que implicaría una posición fundamentalmente hedonista en Sócrates, lo que sin duda no es el caso: si en cualquier sentido murió por sus creencias, no le movió el placer de hacerlo. Además de ser una de las fuentes principales de la psicología teológica de la «huida del alma» y de la severa doctrina de la valoración moral antes citada, propuso la concepción (como también San Agustín) de que el mal no es más que la privación del bien, igual que la enfermedad puede considerarse no una condición independiente diferenciada sino simplemente la ausencia de salud. A la postre, es muy poco lo que unifica el conjunto de esta tradición. Formularon una concepción del cosmos explícitamente determinista, cuyo tema central era la unidad -y por lo tanto la interconexión de todas las cosas. Pero el estado de naturaleza tradicional permite que el fuerte despliegue un mayor poder negociador, por lo que no es una posición de verdadera igualdad. 2) La segunda es una gama igualmente conocida de buenas cualidades humanas. La fórmula de la ley universal exige no sólo que formulemos un principio universal que incorpore una descripción del acto válida para un acto determinado. La interpretación de esta obra, que trajo a Kant problemas con los censores prusianos, plantea muchos problemas. Por ejemplo sugiere que al menos debemos esperar la posibilidad de progreso moral en la historia humana y ello para una coordinación intramundana de los fines morales y naturales de la humanidad. Esta cuestión se expresa claramente formulando la siguiente pregunta: si la diversidad humana es tan grande, y tan fragmentario el ámbito de los valores humanos, ¿cómo es posible la sociedad? Pero si no se consigue esto necesitamos reglas de prioridad, no sólo porque hacen más fácil la sociedad, ni siquiera sólo para hacerla posible, sino también más profundamente para evitar la recaída individual en estados de desamparo y confusión plagada de conflicto. No puede sostenerse la tesis de tener una perspectiva crítica totalmente más allá de ésta; y la comunidad tiene una estructura y un dinamismo propio que va más allá de lo que podría construir deliberadamente cualquier elección individual. Nos resulta normal que los padres gasten más dinero en juguetes para sus hijos de lo que dedican anualmente en ayudar a los necesitados. GONZÁLEZ, ENRIQUE / CARRASCO, TERESA. En estos casos los puntos de parecido con la ética de Kant son bastante generales (por ejemplo, el interés por principios universales y por el respeto a las personas, o más específicamente por los derechos humanos). Alasdair MacIntyre y Bernard Williams, entre otros, intentan desarrollar una concepción comunitaria de la personalidad moral y de la dinámica de la moralidad (véase el artículo 21, «La teoría de la virtud»). Por ejemplo, la creencia de que uno tiene una naturaleza determinada hace imperativo el mandato de vivir de acuerdo con ella, al menos si puede especificarse con algún detalle esa naturaleza. Aun cuando las leyes de la naturaleza están creadas para guiamos hacia el bienestar individual y común, y aunque somos competentes para establecer nuestro propio orden político, la mayoría de los pensadores del siglo XVII entienden que es preciso seguir considerándonos sujetos necesitados de una moralidad impuesta. Por ejemplo, Platón da por supuesta la institución de la esclavitud, mientras que Aristóteles la justifica con una petición de principio. 6. Utilizar a otro es tratarle como cosa o instrumento y no como agente. 3) Desde entonces, los filósofos morales han desplazado la atención del problema del individuo autónomo hacia nuevas cuestiones relacionadas con la moralidad pública. Moore v otros filósofos habían convencido a muchas personas de que los enunciados sobre la moralidad no pueden derivarse de los enunciados de hecho. La moralidad, que surge de este núcleo, es lo que es. Disolver o fragmentar el fundamento natural sería así no dejar nada más que utilidades «diversas», y el problema práctico de cómo regularlas y armonizarías. Algunos animales, en especial los elefantes, adoptan huérfanos. Ronald F. Clayton Grocio afirma en Sobre la ley de la guerra y de la paz que la ley puede concebirse como «un cuerpo de derechos... que hace referencia a la persona. Sin embargo, su enfoque del problema está influido por los precursores de la tradición iusnaturalista. Pero en nuestro imperfecto estado real, estos afectos a menudo chocan entre si, o bien con otros motivos fuertes e importantes. No puedo examinar aquí con más detalle las muy importantes relaciones entre ética y religión (véase el artículo 46, “¿Cómo puede depender la ética de la religión?”). San Agustín había afirmado que sólo tienen mérito aquellas acciones que se adecuan a la ley moral de Dios si se realizan con el motivo apropiado, es decir, el amor de Dios v un deseo de perfeccionarse a fin de acercarse a él. No obstante es una concepción popular, y con frecuencia se considera el alma misma del pensamiento iusnaturalista, por lo que es preciso presentar su naturaleza y fallos. Pero esto es hablar capciosamente. De forma bastante natural invertimos libremente nuestros recursos en satisfacer incluso las necesidades menores de nuestros familiares cercanos y amigos antes de considerar incluso las necesidades graves de los de fuera. No ofrece un algoritmo moral del tipo de los que podría proporcionar el utilitarismo si tuviésemos una información suficiente sobre todas las Opciones. 59-60). Por ello, todos nosotros podemos tener alguna noción de verdades generales; pero sólo aquellas personas cuyas capacidades racionales están especialmente desarrolladas -es decir, los filósofos- pueden reactivar plenamente su recuerdo. (ST, 1-II, Q.71, A.2C). escritores posteriores como Cicerón no percibieron una diferencia esencial entre la filosofía platónica y la aristotélica, aunque esto fue sustancialmente desde la perspectiva de un contraste entre éstas y la de Epicuro. Su principal interés estuvo siempre orientado a demostrar que, aun cuando son formas de ley distintas, no entran en conflicto. El estudio de los textos antiguos, al menos en el mundo anglosajón, constituye hoy día principalmente la labor de eruditos que son también filósofos, y que reconocen en ellos una relevancia y vitalidad inmediata que trasciende su época. ESQUINAS. Empieza rechazando cabalmente la teoría del conocimiento de la República y en su lugar levanta una teoría que sitúa la fuente de las nociones éticas en la propia experiencia de la vida. ENERO BAJADA DE REYES Historia y Tradiciones de Huanuco. En cambio, los intuicionistas pensaban que los principios de la acción correcta no podían derivarse simplemente a partir de la consideración de lo que la gente desea realmente. Si se considerase la areté equivalente a la «virtud», podía considerarse una sencilla afirmación de que la vida buena es, necesariamente, una vida moral buena. Kant defendió una versión más radical de la tesis de que 'la moralidad se desprende de la naturaleza humana. Invocar su versión de la situación contractual en defensa de su teoría de la justicia supondría para cada parte una petición de principio, pues la situación contractual presupone la teoría de la justicia. La otra explicación, la cristiana, explica la moralidad como nuestro intento necesario por sintonizar nuestra naturaleza imperfecta con la voluntad de Dios. (Véase el artículo 40, «El prescriptivismo universal», escrito por Hare, a título de ejemplo.) Aun a riesgo de ignorar gran parte de su desarrollo más erudito voy a examinar sólo tres aspectos de la labor realizada durante el período: 1) la continuación de los esfuerzos por afirmar y explicar la autonomía moral; 2) los esfuerzos por afirmar el primado de la comunidad sobre el individuo; 3) el auge del nihilismo y del relativismo, y la mayor significación de las cuestiones sobre la epistemología de la moral. En cierto sentido éste es «el origen de la ética» y nuestra búsqueda no tiene que llevarnos más lejos. De hecho. El más renombrado de los filósofos de este grupo -por lo demás, poco conocido- fue Pietro Pomponazzi (1462-1323), quien en razón de su materialismo filosófico, su epistemología escéptica y su teoría ética casi utilitaria sintonizaría sin duda con el clima filosófico actual. La última de estas categorías no pretende destacar un grupo de creencias específico, sino todas aquellas creencias que pueden denominarse cuestiones de interés último; las cuestiones sobre el sentido de la vida humana. Pero si el contractualismo hobbesiano niega que exista una verdadera diferencia moral entre bien y mal que todos deban respetar, no es tanto una explicación alternativa de la moralidad como una alternativa a la moralidad. El bien que supuestamente se desprende de la acción correcta no es de orden material, aunque incluirá el uso correcto de bienes materiales; más bien consiste en vivir una vida consumada, para lo cual la acción correcta, basada en el uso de la razón, es el principal (¿o bien único?) Esta es la clave de la ética de Kant, y se utiliza para clasificar las máximas que pueden adoptar los agentes. La imputabilidad exige la capacidad de obrar autónomamente, pero esta capacidad puede no ejercitarse siempre. Actualmente se utiliza a menudo para designar a toda una serie de posiciones y compromisos éticos cuasi-kantianos. 2. El pensamiento moral del siglo XVII partió de la teoría clásica del derecho natural, pero la modificó de forma drástica. Para otros, mientras que las verdades descubiertas por el ejercicio de la syndéresis y la conscientia son realmente las relativas a la perfección de uno mismo, su descubrimiento no es cuestión de investigación empírica y razonamiento práctico sino simplemente aprehensión de las disposiciones imbuidas por Dios en el alma (en un célebre pasaje de su obra Sobre la Trinidad, San Agustín escribe que «los hombres ven las normas morales escritas en el libro de la luz que se denomina Verdad, del que se copian todas las demás leyes» (De Trinitate, 14, 15, 21]). Esa casa estaba siempre abierta para todo el que pasaba. Producir un libro conlleva costes de derechos de autor, traducción, edición, corrección, maquetación, diseño e impresión. Todas las posiciones semejantes niegan que las creencias morales tengan un fundamento objetivo o (intemporalmente) real, que puedan discernirse conclusiones morales sub specie aeternitatis (estas posiciones se exponen en los artículos 35, «El realismo», 38, «El subjetivismo», y 39, «El relativismo»). Puede ser, en palabras de Whewell, «una forma cómoda de expresar verdades morales» (1845, pág. Conclusión ¿Qué unifica el conjunto de la tradición contractual? No hay razones por las que esto no pueda ser igualmente cierto respecto a otros animales sociales. WebTradiciones de Huamanga (Registro nro. La obra maestra de Thomas Hobbes, Leviathan (1651), negaba la sociabilidad natural y subrayaba como nuestra universal motivación el autointerés. Así pues, aunque el derecho natural moderno contribuyó a establecer las modernas teorías de los derechos, sería erróneo clasificar todas las teorías de los derechos como especies del derecho natural. Se busca así 1a razón de las diferentes normas implicadas, y se intenta sopesar recíprocamente estas razones. En estos y otros sentidos, el recurso del contrato arroja luz sobre las ideas básicas de la moralidad como imparcialidad, aún cuando no puede ayudar a defender aquellas ideas. Esta presunción sugiere una solución diferente: negar que las intenciones del agente son necesariamente objetos privados y conceder que éstas en ocasiones están sujetas a valoración. Esta misma consideración vale para otra objeción paralela que a menudo se opone a concebir a la sociabilidad animal como posible origen de la moralidad, a saber el sesgo hacia la reciprocidad. «Si piensas con suficiente profundidad -está diciendo- siempre constatarás que el hacer lo correcto es lo mejor para ti» -y si alguien hace lo contrario, es porque no lo ha meditado suficientemente. Esta acusación la han formulado Hegel, J.S. Carecen de derechos como contrapartida y son la base de deberes imperfectos. Grocio espera proporcionar un marco moral para las naciones que pudiese servir para garantizar la paz. En cambio, Bentham pensaba que las llamadas a la intuición no hacían más que esconder el peligroso autointerés de quienes las hacían. Una defensa contractual de la obligación política se enfrenta a muchos problemas prácticos, pero el fundamentar las obligaciones personales en el contrato plantea un problema lógico. Digestibilidad in Vitro[1] Tradiciones peruanas Quinta serie Un cerro que tiene historia. WebCinco Esquinas Tradiciones de Huamanga Por los años de 1774, vivía en esta ciudad, un señor español de muchas campanillas, pues pudo haber sido un Conde o Marqués, por … Y cuando dentro de poco consideremos la motivación de los seres sociales, veremos claramente que las motivaciones de cooperación proporcionan la estructura principal de su conducta. (El «Protágoras» de Platón indica una forma en que sus ideas podrían interpretarse en términos hedonistas, pero no debe considerarse aplicable al Sócrates histórico.) Al contrario que la mayoría de las demás apelaciones al consentimiento como criterio de acción legítima (o justa), Kant (de acuerdo con su posición filosófica básica) no apela ni a un consentimiento hipotético de seres racionales ideales, ni al consentimiento históricamente contingente de seres reales. Pensemos en la tesis de Rawls de que las partes contratantes imparciales convendrían en distribuir los recursos por igual a menos que la desigualdad vaya en beneficio de los peor parados. Esta es al menos una lista plausible de candidatos al estatus de bienes humanos básicos, pero la exposición de Finnis se vuelve más controvertida cuando prosigue especificando los requisitos básicos de la razonabilidad práctica. Esto deter1mina importantes diferencias entre la obra de Rawls, incluso en sus momentos más kantianos, y la ética de Kant. El autor afirma haber sido testigo de los acontecimientos registrados en el Nuevo Testamento y utiliza el seudónimo de «Dionisio el Presbítero», por lo cual llegó a ser identificado con un ateniense convertido por San Pablo. Estas leyes podían ser conocidas al menos por los sabios, que podrían instruir al resto; y esta doctrina también mostraba las recompensas y castigos que Dios vincula a la obediencia y la desobediencia. Lo que los filósofos intentan demostrar es que, a la postre, no existe conflicto entre ambos. Como revelan los ensayos de la Quinta Parte de esta obra, las cuestiones relativas al aborto, la ética ambiental, la guerra justa, el tratamiento médico, las prácticas de los negocios, los derechos de los animales y la posición de las mujeres y los niños ocupan una considerable parte de la literatura y la actividad académica identificada con la filosofía moral o la ética. 3. También puede conseguirse una consideración imparcial sin recurso especial alguno, simplemente pidiendo a los agentes que den igual importancia a los demás a pesar de su conocimiento de su propio bien y de la capacidad de fomentarlo. Lo que Sócrates negaba era que uno pudiese obrar contra su conocimiento del bien y el mal. Al parecer Kant se ve llevado a una concepción dual del ser humano: somos a la vez seres fenoménicos (naturales, determinados causalmente) y seres nouménicos (es decir, no naturales y autodeterminados). Primera serie Ricardo Palma Índice Tradiciones peruanas Primera serie Advertencia de los editores Juicios literarios Fotograbado Ricardo Palma (Páginas del libro titulado Escritores y poetas sudamericanos ) o Primera serie Palla-Huarcuna D. Dimas de la Tijereta Cuento de viejas que trata de cómo un escribano le ganó un pleito al diablo … Una implicación importante de reconocer la necesaria generalidad de la idea de derecho natural está en su limitado valor como ética práctica, en el sentido de proporcionar máximas específicas para la dirección de la conducta humana. Es de esperar una cierta restricción de estos afectos, pues en la evolución han desempeñado la función esencial de hacer posible el 11 aprovisionamiento esforzado y solicito de los más pequeños. Depende de lo que denomina el «argumento de la facultad pervertida», un argumento que considera absurdo (Finnis, 1980, p. 48). Parte de esta idea pervive hoy en las formulaciones cristianas contemporáneas que (adaptando la analogía de sentido) hablan de la conciencia como si fuese el «oído interior» mediante el cual uno puede atender a la palabra de Dios. La limpieza recíproca, la eliminación mutua de parásitos y la protección mutua son conductas comunes entre los mamíferos sociales y los pájaros. Esta innovadora actitud se expresa en un pasaje, cuyas últimas palabras constituyen el lema de la escolástica. Kant deduce los principios de la obligación imperfecta introduciendo un supuesto adicional: supone que no sólo tenemos que tratar con una pluralidad de agentes racionales que comparten un mundo, sino que estos agentes no son autosuficientes, y por lo tanto son mutuamente vulnerables. Esta concurrencia había de convertirse más adelante en un tema para la defensa de la filosofía y del estudio de los escritores paganos, a los cuales la escolástica acusaba de que sus indagaciones ponían en peligro la fe. De este modo podremos tener en cuenta tanto la pluralidad de la tradición iusnaturalista, así como el carácter abstracto y general a retener de la idea de derecho natural para considerar sus perfiles más estables. Ésta es en sí una propuesta atractiva, que concuerda al menos con nuestras intuiciones más optimistas sobre el ser humano: que nuestra sensibilidad y nuestra capacidad de tomar decisiones adecuadas por nuestra cuenta, aumentan gradualmente 20 mediante un proceso de ensayo y error. Sin embargo, la explicación más amplia ~; severa de la valoración moral afirmaba que para que una acción fuese buena, todo en ella -su tipo, su motivo y su resultado- debían ser buenos, ya que con sólo que uno de estos elementos fuese malo, la acción era mala y el agente culpable. Una forma de comprenderla puede ser basándose en la idea, que utiliza en la Fundamentación, de que naturaleza y libertad no pertenecen a dos mundos o realidades metafísicas independientes, sino que más bien constituyen dos «puntos de vista». Por consiguiente, si Dios es omnipotente debe resultarle posible hacer que el robo sea permisible sin cambiar por ello ninguna otra cuestión lógicamente independiente. No se puede -decían- sacar siquiera una conclusión válida sobre lo bueno simplemente partiendo de premisas sobre lo que la gente quiere realmente. Supongamos que veo a una señora mayor (no a mi abuela, o a la tía Lucía) a punto de ser arrollada por un camión de diez toneladas: si me 18 detengo a razonar la situación, el camión se habría adelantado a la decisión que Sócrates probablemente hubiese considerado correcta. Así pues, el recurso contractual no puede contribuir a expresar la idea de igualdad moral. 15 0 249KB Read more. La boca está creada para comer y (quizás) para hablar, no para besar; y aunque la mano humana es quizás el mecanismo más adaptable de la naturaleza, escribir y mecanografiar no forman parte de su función biológica. En ambos casos, lo que se pretendía era demostrar que el autointerés al que tradicionalmente se consideraba la fuente de toda mala acción- nos conduciría de forma natural a la conducta virtuosa. Sócrates y Platón están menos sujetos a esta crítica, en tanto parecen proponerse reformar en parte las actitudes vigentes. Los estoicos rechazaron la exposición aristotélica de los procesos naturales, de carácter biológico. Gran parte de su obra consistió en la exposición y comentario de los escritos de Santo Tomás y de Aristóteles, pero también aportaron algo a esta tradición al intentar relacionarla con las nuevas circunstancias. Pero como hemos visto, los contratos no son siempre entre seres libres e iguales, y pueden no tener en cuenta las necesidades de los débiles. Asignatura: Sociedad y Cultura. Así, si tenemos que definir qué es la naturaleza humana, lo que hemos de indagar es el principio interior que rige la vida característicamente humana; y esto es la razón. Dicen que Kant identifica los principios éticos, pero que estos principios son «demasiado abstractos» para orientar la acción, y por ello que su teoría no sirve como guía de la acción. Un impulso que es violento pero temporal -en este caso emigrar- se opone a un sentimiento habitual, mucho más débil en cualquier momento pero más fuerte por cuanto es mucho más persistente y está más profundamente arraigado en el carácter. Según la concepción de Hume podemos ver cómo incluso la virtud de obedecer las leyes puede derivarse por completo de nuestros propios sentimientos y deseos. WebTítulo: Tradiciones de Huamanga, Juan de Mata Peralta Ramírez. Platón rechaza así la idea de que la moral y el derecho sean algo puramente convencional. En este sentido Sócrates y Platón -pues después de todo es Platón quien reconstruye o inventa los argumentos de Sócrates en su lugar- parecen personas cabalmente radicales. Introducción Immanuel Kant (1724-1804) fue uno de los filósofos europeos más importantes desde la antigüedad; muchos dirían simplemente que es el más importante. Sólo para los hedonistas resultaba fácil: la «acción correcta» era simplemente la que generalmente se consideraba correcta, y como sólo se justificaba por su contribución al placer, en principio las zonas intermedias podían entenderse por referencia a ese criterio, reconocible para cualquiera. Pero para los kantianos esta igualdad natural se refiere a una igualdad moral sustantiva -en realidad, la idea básica del razonamiento contractual kantiano es que éste «sustituye una desigualdad física por una igualdad moral» (Diggs, 1981, pág. Estos valores muestran el contenido del bien y en última instancia fijan la orientación para la acción correcta. Sin embargo Kant no renunció a una interpretación religiosa de las nociones de los orígenes y destino humanos. Hasta que se puso en cuestión esta idea, sólo parecían abiertas dos alternativas: o bien una concepción depresiva y devaluadora de los seres humanos como unos seres «no mejores que los demás animales» o bien una concepción puramente ultramundana de los hombres como espíritus insertados durante el proceso evolutivo en unos cuerpos apenas relacionados con ellos (véase Midgley, 4979, cap. Si no hay un supremo bien determinado por la naturaleza o por Dios, ¿cómo podemos conocer si nuestros deseos son descarriados o fundados? 8. La edad de oro de la escolástica Durante los períodos patrístico y medieval temprano, la discusión erudita de la moralidad fue de carácter totalmente teológico. Si es así, decían los positivistas, las creencias morales no pueden comprobarse empíricamente de la manera en que se comprueban las creencias científicas. Pero como nadie conoce qué posición ocupará en la sociedad, el pedir a las personas que decidan lo que es mejor para ellas tiene las mismas consecuencias que pedirles que decidan lo que es mejor para cada cual en términos imparciales. Aun siendo de fe católica, admitió que la mayoría de las personas no podían vivir de acuerdo con las normas cristianas. 44026) 000 -INDICADOR; Campo de control: 01034nam a22002297a 4500: 001 - NÚMERO DE CONTROL; Campo de control: ... Fuente de clasificación: Tipo de ítem: Libro: Existencias; Retirado Perdido Tipo de clasificación Nivel de Daño No es para préstamos Colección Ubicación permanente Este resurgir del pensamiento agustiniano comenzó en vida de Santo Tomás en las obras de tendencia mística de San Buenaventura (1217-74), Raimundo Lulio (1235-1315) y del Maestro Eckhardt (1260-1327) que subrayaban la iluminación de Dios y la orientación de la voluntad del alma hacia Dios. ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO. Por ello, la teoría del contrato social fue una suerte de respuesta expeditiva a la disolución de la ética preilustrada -simplemente sustituía un cuestionable deber natural por otro. Al comienzo de este proceso, Nicolás de Cusa (1401-64) se había inspirado en la metafísica pitagórica y platónica y en la mística cristiana para construir una explicación de la realidad según la cual hay un movimiento general de toda la humanidad hacia Dios, dirigido bajo la orientación del amor místico. WebTítulo: Tradiciones de Huamanga, Juan de Mata Peralta Ramírez. Si las personas actúan justamente, no es porque la moralidad sea un valor, sino sólo porque carecen de una fuerza irresistible y por lo tanto deben instituir la moralidad. Se afirma que ese proceso ha configurado a los individuos como átomos sociales aislados y totalmente egoístas. Pero una vez más en todas las moralidades humanas existentes esta transacción se manifiesta de forma bastante diferente, no tanto como un seguro de futuro sino como un agradecimiento justo por la amabilidad mostrada en el pasado, y como algo que se sigue naturalmente del afecto asociado. La exposición más detallada de Kant acerca del deber introduce (versiones de) determinadas distinciones tradicionales. Al igual que la versión hobbesiana, el contractualismo kantiano ofrece una explicación de la idea de que somos, por naturaleza, iguales. ¿Qué tipo de igualdad subyace a una teoría que está preparada para aceptar la esclavitud de los indefensos? Guy Número de Páginas: 409 Organized around three central themes - control and repression; the politics and culture of resistance; and sexual transgression as affirmation of marginalized identity - this intriguing collection will challenge and inform conceptions of Latin American sexuality. De acuerdo con su concepción, nuestra reflexión ha de partir de una óptica humana, y no podemos pretender el conocimiento de ninguna realidad trascendente a la cual no tenemos acceso. Para Santo Tomás, la ley natural es natural porque está de acuerdo con la naturaleza humana, y esta naturaleza es una naturaleza racional: «Lo que es contrario al orden de la razón es contrario a la naturaleza de los seres humanos como tales; y lo que es razonable está de acuerdo con la naturaleza humana como tal. 40 Como indica el artículo 39, «El relativismo», el debate continúa. Así, contrapone los deberes para con uno mismo y para con los demás y en cada uno de estos tipos distingue entre deberes perfectos e imperfectos. Pero en aquellos casos, el propio sentido común puede no tener una decisión formada. A menudo se afirma que todas las teorías contractuales fundamentan la moralidad en el acuerdo. La ley establece así una exigencia formal, y tiene en nuestro pensamiento la función de prueba para nuestros planes. 229). Y, en mi opinión, esta suposición es legítima. Por supuesto también implica que esta verdad -como habrían convenido Sócrates y Aristóteles- es objetiva, y no meramente determinada por la cultura (en este libro hay otros ensayos que abordan esta cuestión: véanse en especial el artículo 35 «El realismo»; el artículo 38, «El subjetivismo», y el artículo 39, «El relativismo»). La construcción del imaginario y la memoria colectiva” Docente: Méndez … ¿Qué pensar del contractualismo hobbesiano como teoría moral? Su respuesta se formuía sin referencia alguna a una concepción supuestamente objetiva del bien para el hombre, como las propuestas por las concepciones perfeccionistas asociadas a Platón, Aristóteles y a gran parte de la ética cristiana. Uno de sus antecesores inmediatos, el obispo Butíer (1692-1752) había señalado que al seguir las normas de la justicia no siempre procuramos un equilibrio favorable del bien, ya sea para el agente o para los demás -como, por ejemplo, cuando un padre virtuoso y pobre devuelve a un millonario miserable el dinero que éste ha perdido. Una dificultad ulterior de la posición de Aristóteles es que vincula sus conclusiones a patrones de conducta preexistentes. Para Kant, la única forma en que podemos ser libres es que nuestras acciones estén determinadas por algo que se desprende de nuestra propia naturaleza. Los filósofos interesados por las cuestiones metaéticas volvieron al estudio de los principios morales, en ocasiones por medio de argumentos como que la moralidad puede tener su propio tipo de racionalidad no científica y de que son precisos ciertos principios específicos para que la moralidad sea racional. La seducción del egoísmo y el contrato social La idea de que la ética es en realidad simplemente un contrato basado en la prudencia egoísta es efectivamente mucho más sencilla, pero por esa misma razón resulta excesivamente poco realista para explicar la verdadera complejidad de la ética. Los orígenes más remotos de esta noción están en la República de Platón y en tradiciones místicas igualmente antiguas. Casualmente ésta podría constituir más o menos el núcleo de la posición de Sócrates -y de Platón, en la medida en que podamos distinguir a ambos. Esto lo sugiere realmente una lectura excesivamente literal del término «contrato social». ¿Cuál es el contenido de nuestro deber natural de justicia? Estos mitos describen no sólo cómo comenzó la vida humana, sino también por qué es tan dura, tan penosa, tan confusa y cargada de conflictos. Uno se comporta de manera egoísta si deja de abstenerse de perseguir su propio bien en las situaciones en que choca con el mío, y es moralmente preciso o deseable que observe esa limitación. Esto sería algo sorprendente, pues es más común atribuir a Aristóteles los orígenes del pensamiento iusnaturalista, y como veremos al examinar la posición de Aristóteles, éste no identifica lo natural con lo inmutable. Este proceso es bidireccional; por una parte, las ideas modernas dan una y otra vez una dimensión adicional a nuestra comprensión del pensamiento griego; por otra, las ideas del pensamiento griego conservan su capacidad de configurar directamente, o al menos agudizar, la reflexión contemporánea -especialmente en el ámbito de la ética (para dos ejemplos recientes, si bien de diferente género, véanse las obras Ethics and the limits of Philosophy de Bernard Williams y The fragility of goodness de Martha Nussbaum). El genio de Santo Tomás está en la capacidad de ver cómo pueden sintetizarse el pensamiento griego y la doctrina católica en una filosofía cristiana. Pero la interpretación del «autointerés» de otros filósofos, que considera incluso necesariamente buenas para quienes las poseen las cualidades de consideración a los demás como la justicia, le dan un contenido diferente (a pesar de la tesis paradójica de Aristóteles de que alguien que actúa por los demás, como el hombre que muere por sus amigos o por su país, es philautos, alguien que se ama a si mismo, en tanto en cuanto «reclama una mayor parte de lo bueno para sí mismo»). Por supuesto se admitía que uno tenía obligaciones para con su ciudad, y para con sus conciudadanos; pero también había otros grupos de obligaciones concurrentes respecto a otros grupos en el seno de la ciudad -los socios, amigos, o la familia de uno. Si la virtud consiste en la recta intención, y a su vez ésta se analiza en términos del asentimiento a los mandamientos de Dios (concebido de acuerdo con esa descripción, es decir como «conducta mandada por Dios») se plantea el problema de si el agente no conoce lo que Dios manda, o que manda algo, o incluso que existe un Dios que decreta estos mandamientos. Este tipo de contractualismo político se extinguió durante el siglo XIX. Sin embargo, los principios de no dejar de ayudar a los necesitados o de desarrollar el potencial propio son principios de obligación menos completos (y por lo tanto imperfectos). Significa el abandono de la preocupación por considerar la moralidad estructurada alrededor del individuo autónomo, y concebir que la filosofía moral tiene por tarea explicar cómo puede cooperar semejante individuo. 198-216) La voluntad humana está sometida a tres órdenes. Sin embargo, después de las invasiones es-tos centros educativos -tanto los subsistentes como los de nueva creacion- fueron anexionados a monasterios 28 situados en zonas rurales aisladas. 3. La acusación contra ellos no es que no tengan nada que decir relevante para cualquier otra sociedad (lejos de ello), sino más bien que están tan impresionados por la necesidad de defender la base de 21 la vida civilizada que no llegan a considerar lo civilizada que es realmente la vida. También afirma que los principios son y deben ser abstractos: son limitaciones colaterales (no algoritmos) y sólo pueden guiar (no tomar) las decisiones. Introducción El período histórico Central que cubre este ensayo va desde el siglo XI al siglo xv -un período de medio milenio de considerable actividad filosófica, sólo comparable en variedad y vigor a los períodos moderno y contemporáneo. Pero este enfoque más monista ha encontrado grandes dificultades para concebir cómo pudieron desarrollarse realmente los seres humanos a partir de animales no humanos. Puede considerarse poco plausible el intento de criticar esta característica, al estilo de este ensayo, y también puede considerarse que el requisito de razón práctica de Finnis es, con todos sus excesos, el mal menor. Quizás esta búsqueda deriva, ante todo, de conflictos en el seno de la propia ética o moralidad (para los fines tan generales de este artículo no voy a distinguir entre ambos términos). COMPENDIO DE ETICA E incluso si la creación original del gobierno se basó en el acuerdo, ¿qué objeto tiene vincular a generaciones futuras que sencillamente nacieron bajo un gobierno y automáticamente quedaron sujetas a sus leyes? En obras posteriores como la República (obra de la cual el importante diálogo Gorgias puede considerarse una suerte de esbozo preliminar), Platón sigue desarrollando una serie de ideas que le separan cada vez más de Sócrates, aunque sin duda las habría considerado una extensión legítima del enfoque socrático: sobre todo lo que llegaría a conocerse como la «teoría de las formas», y una teoría del gobierno estrechamente vinculada a aquélla. All rights reserved. 1) La primera etapa es la de separación gradual del supuesto tradicional de que la moralidad debe proceder de alguna fuente de autoridad fuera de la naturaleza humana, hacia la creencia de que la moralidad puede surgir de recursos internos a la propia naturaleza humana. Esa misma distinción podrá aplicarse en los demás casos. En el contexto en que escribieron los filósofos griegos de la antigüedad, lo que realmente importaban eran las cuestiones fundamentales -sobre el tipo de vida que uno debía vivir (si podemos aquí escribir anacrónicamente de forma neutra con relación al sexo) y sobre los criterios a utilizar para responder a preguntas de esa índole- que era lo que realmente importaba. Ser autónomo en sentido kantiano es obrar moralmente.. 5. WebElija el tema fundamental de Veinte poe- mas de amor y una canción desesperada, de Pablo Neruda. Ciertamente, si se carece de este conocimiento no se puede ser pecador o vicioso (es decir, lleno de vicios), pues en ese caso uno no puede pretender conscientemente violar un mandamiento de Dios. 14, págs. Es común la defensa de los débiles por los fuertes, y hay numerosos ejemplos confirmados de casos en los que los defensores han entregado su vida. Esta doctrina estricta parece tener su origen en una obra escrita en el siglo Iv o V por Dionisio el Areopagita titulada Sobre los nombres de Dios (De divinis nominibus). En un tono extrañamente parecido los escritores continentales que, como Jean-Paul Sartre (1905-80), desarrollaron el pensamiento existencialista, se remontaron a las tesis nietzscheanas para defender que la moralidad no se basa más que en la libre decisión individual, totalmente descomprometida. Quizás esta caracterización sólo sea aplicable a los egoístas exagerados e implacables pero, sea cual sea su nivel o grado, el egoísmo supone poner el propio bien, interés y provecho por encima del de los demás. EL ORIGEN DE LA ÉTICA. Teorías éticas actuales del contrato social La teoría del contrato social contemporáneo presenta dos formas basícas. Hacia la autonomía Montaigne (1533-92) intentó demostrar que las ideas de la vida buena propuestas en la antigúedad clásica no sirven de guía porque la mayoría de las personas no pueden vivir de acuerdo con ellas. Los principios del deber de Kant son ciertamente abstractos, y Kant no proporciona un conjunto de instrucciones detallado para seguirlo. Sin embargo, y de forma sorprendente, entre el final del Renacimiento v la mitad del siglo XX, se olvidé considerablemente la filosofía de aquellos quinientos años. Hugo Grocio (15831645), a quien se reconoce como creador de la nueva concepción, fue el primer teórico en afirmar que los derechos son un atributo natural del individuo independientemente de la contribución que éste haga a la comunidad. 3 Las fantasías dualistas Estas cuestiones han empezado a parecer más difíciles desde que se acepto. Este afecto resulta evidente en la inequívoca sensación de desgracia de cualquier animal social, desde un caballo o un perro a un chimpancé, mantenido en aislamiento. Por eso exige al menos cierto apoyo a los proyectos y propósitos de los demás. Para todos ellos la razón última de la moralidad está en aumentar la felicidad humana proporcionando métodos racionales para la solución de diferencias. Como ha sucedido en el presente siglo en Inglaterra, una formación adaptada a las necesidades de dotación de un funcionariado también dio lugar a hombres de amplia cultura con cierta orientación filosófica. La posesión más o menos universal e igual de estos rasgos por parte de los seres humanos muestra el sentido en que, para Cicerón y sus herederos intelectuales, el derecho natural se concebía como algo natural. El problema era que estos animales se concebían como símbolos de fuerzas antihumanas, y en realidad a menudo como vicios encarnados (lobo, cerdo, cuervo). 2) Muchas versiones populares del mito pseudo-darwiniano (aunque no todas) presentan el proceso evolutivo corno una pirámide o escalera que existe con la finalidad de crear en su vértice al SER HUMANO, y en ocasiones programada para seguir desarrollándolo hasta un lejano «punto omega» que glorificará más los ideales humanos contemporáneos de Occidente. Así, según señalan correctamente los sociobiólogos, las disposiciones altruistas hereditarias no se transmiten fácilmente a menos que hagan posible un aumento de la supervivencia de los propios descendientes del altruista, que comparten el gen que los originó. La filosofía moral moderna partió de la consideración de estos problemas. El problema de semejantes concepciones es que equivocan el significado central de la tesis de que la ley humana y la moral están «fundadas en la naturaleza» (un error que no es sorprendente pues, para un lector moderno, esta es una curiosa expresión). Aún para otros, la forma de descubrimiento es de este último orden, pero lo que se aprehende es simplemente la voluntad sin fundamento de Dios expresada en 27 mandamientos de actuar o abstenerse de actuar, y no la orientación ofrecida de acuerdo con una ley de la naturaleza. El concepto de velo de ignorancia intenta dar vida a la idea de que las demás personas importan en y por sí mismas, no simplemente como componentes de nuestro propio bien. Incluir esta exigencia entre los requisitos básicos de razonabilidad práctica, e incluso ordenarla junto a exigencias tan irreprochables como el interés por el bien común y el carácter injustificable de las preferencias arbitrarias entre valores o personas es poner la teoría en sintonía con la ortodoxia católica-romana a expensas de su plausibilidad general. Sin embargo, las formulaciones más generales del derecho natural se basan precisamente en la concepción opuesta. ¿Tiene Darwin razón al esperar que éstas favorezcan en conjunto los afectos sociales, y confirmen la Regla de Oro? Páginas: 149. Artículos relacionados. Un ejemplo de uso de imperativo categórico sería este: un agente que adopta la máxima de prometer en falso no podría «querer esto como ley universal». Ambas cuestiones siguen siendo apremiantes, y en los últimos siglos numerosos teóricos se han esforzado por responderlas de forma más literal y sistemática. Ahora bien, si la cuestión significaba simplemente «¿qué es una vida agradable?», carecería totalmente de interés, pues casi cualquier cosa puede encajar en esa descripción. La oposición de Rawls a que uno se juegue la vida en beneficio de las demás, o a penalizar a las personas con incapacidades naturales no merecidas, le lleva a describir la posición original de una manera; quienes discrepen con Rawls sobre estas cuestiones la describirán de otra manera. Esta teoría contractual contemporánea es más 64 ambiciosa que su precedente histórico, pues espera ofrecer una justificación contractual no sólo de la obligación política sino también de las obligaciones personales que los teóricos clásicos del contrato simplemente daban por supuestas. Evidentemente, muchos actos concuerdan con el deber aunque no fueron realizados por máximas de deber. En La genealogía de la moral (1887) y otras obras, Nietzsche no intentó refutar las teorías kantiana y utilitaria. Las Tradiciones de Huamanga se clasifican en cuatro grandes grupos: a) Tradiciones preincaicas, b) Tradiciones incaicas, c) Tradiciones de la … Cubre tanto cuestiones teóricas como normativas y está dispersa por muchos textos. La vida moral es cuestión de encontrar formas de actuar que satisfagan todas las obligaciones y no violen las prohibiciones morales. Bentham suponía por el contrario que su principio utilitarista -que hemos de actuar para producir la mayor felicidad del mayor número- era racional, y presentó un método racional para la toma de decisiones morales. Se han planteado muchas objeciones de principio y de detalle; algunas de las objeciones menos fundamentales pueden examinarse en el apartado de la «ética de Kant». Tan pronto conocemos los términos de ese contrato, conocemos lo que está obligado a hacer el gobierno, y lo que están los ciudadanos obligados a obedecer. En realidad, el único filósofo occidental aparecido entre Boecio (475-525) y San Anselmo (1033-1109), a saber Eriúgena, fue rector de la escuela de palacio fundada en la corte de Carlomagno. Pero esto no puede significar que la moralidad, tal y cual existe realmente por doquier, sólo deriva de este autointerés calculador. Kant argumenta en contra de la mayoría de las tesis metafísicas de sus precursores racionalistas, y en particular contra sus supuestas pruebas de la existencia de Dios. Ni mi egoísmo aumenta y decrece exactamente en proporción al número de casos en que me favorezco sobre los demás. Está claro que Kant piensa que puede ofrecer una explicación de la mala acción, pues con frecuencia ofrece ejemplos de malas acciones imputables. Rawls intenta así unir el reconocimiento hegeliano de la prioridad de la comunidad a una reinterpretación de la insistencia kantiana en la autonomía. Modernamente, es muy probable que cuando la gente se interroga por el origen de la ética utilice irreflexivamente este lenguaje. Según Rawls decidimos examinando qué interpretación supone unos principios que concuerdan con nuestras nociones de justicia. Las mismas consideraciones que la gente pone en duda acerca del carácter natural de su obligación política de obedecer a los gobernantes pronto les llevaron a poner en duda el carácter natural de su obligación de mantener las promesas. WebDoce Pasos y Doce Tradiciones.pdf. La idea de Dios no es simplemente la idea de un ser semejante, sino que cristaliza toda una masa de ideales y normas muy comple~as subyacentes a las normas morales y que le dan su significado. WebLa etnografía del Perú es el estudio descriptivo de las costumbres, creencias, mitos, genealogías, historia, lenguaje, etcétera, de las etnias dentro del ámbito geográfico de la República del Perú.El Perú es un país que alberga diversas etnias y grupos culturales debido a la influencia de España en la época de la conquista y colonización. Si pudieran volver de entre los muertos, Sócrates y compañía alegarían como atenuante que es probable que estas tensiones se den en cierto grado en cualquier sociedad; por añadidura podrían intentar entonces devolver la acusación de relativismo cultural contra sus colegas modernos, por su obsesión con esa desconcertante categoría especial de consideraciones denominadas «morales». Por supuesto, el término «felicidad» también puede utilizarse en un sentido «objetivo» como éste, pero probablemente sólo por derivación del otro sentido: si «la felicidad es un café caliente» esto es así porque o bien el café o el calor le hacen a uno sentirse feliz. Esta crítica señala que la ética de Kant identifica un conjunto de principios que pueden entrar en conflicto. A pesar de estos puntos débiles, la teoría del contrato social tenía recursos que han atraído a los teóricos morales actuales. En cambio, physis, término del que deriva nuestra palabra «física», se refería a lo inmutable: la naturaleza o la realidad.
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